jueves, 5 de octubre de 2017

ENRIQUE BIANCHI, UN AMIGO DE MI ABUELO

No se conoce el año de su nacimiento, tal vez haya sido por la década de 1880, el arquitecto - ingeniero Enrique Bianchi fue uno de los primeros alumnos de la Escuela de Ingenieros -hoy la Universidad Nacional de Ingeniería-, creada en 1876, por el ingeniero y matemático polaco Eduardo de Habich.
Concluidos sus estudios superiores, Bianchi viaja becado por el Gobierno francés a seguir cursos de especialización en arquitectura en la École des Beaux Arts de París. Allí conoce, entre los años 1910 y 1911, a mi abuelo, juntos, colaboran con un grupo de arquitectos en diversos proyectos. Luego de finalizada su especialización, Enrique Bianchi retorna al Perú, no sin antes haber invitado a mi abuelo a venir a conocer el país. Fue él quien, posteriormente, le envía una carta anunciándole que el Estado Peruano requería de un arquitecto para las obras que iban a ejecutarse con ocasión del Centenario de la Independencia del Perú y que, a través suyo, le ofrecía el puesto. Al poco tiempo, Bianchi trabaja como arquitecto del Ministerio de Fomento y Obras Públicas y, tiempo después, como ingeniero de Obras Públicas de la Municipalidad de Lima. Fue, pues, quien tuvo en sus manos, desde el Ministerio de Fomento, el desarrollo urbano y controlaba, desde la Municipalidad, el crecimiento y la estética de la capital.
"La arquitectura y el urbanismo deben estar ejercidas por arquitectos y urbanistas, de modo que en esa forma, la ciudad crezca bella y racionalmente".
Catedrático de la Escuela de Ingenieros, Enrique Bianchi, orientaba a que sus alumnos tuvieran como meta un mayor sentido plástico y estético, y una mayor conciencia de la arquitectura, "el arquitecto -decía- tiene un vasto campo, en éste debía desarrollar su acción y la ingeniería civil no debía ejercer interferencia". Con el paso de los años, Bianchi se convirtió en un verdadero pilar para la formación de arquitectos en nuestro país.
Enrique Bianchi, junto con el arquitecto polaco Bruno Paprowsky, acompañaron a mi abuelo -que llegó a Lima en diciembre de 1911- en la conducción de la nueva "Sección de Constructores Urbanos" de la Escuela de Ingenieros, creada bajo decreto durante el gobierno del Presidente Augusto B. Leguía, el 29 de abril de 1910.
En 1916, durante el gobierno del Presidente José Pardo se le dio a Bianchi, como arquitecto del Estado, el encargo de culminar con la construcción del edificio de la Morgue de Lima, además de dotarlo de todo el material necesario para su buen funcionamiento.
El arquitecto Julio Haaker Fort, quien fuera su discípulo, cuenta que el estilo de Bianchi era el clásico -el de la época-, un estilo que dominaba a plenitud. Sus proyectos son varios, entre ellos, una vivienda, de estilo Republicano, ubicada en lo que antiguamente se llamaba el Parque Sáenz Peña, en Barranco, culminada en marzo de 1916. Un proyecto de él también, de propiedad de Salvador Gutierrez, se encuentra en la segunda cuadra de la avenida José Pardo en Miraflores. Está diseñada en un estilo clásico italiano; en décadas pasadas la limitaba una verja de fierro, desde ella, se podía apreciar la alameda con sus verdes y frondosos árboles. Su amplio jardín, rodeado de flores, arbustos y palmeras, tenía un camino sinuoso que conducía -pasando por una pila clásica-, hasta un porch exterior formado por cuatro columnas corintias. Sus salones y ambientes interiores eran sobrios, elegantes y estaban magníficamente decorados. Su amplia terraza interior permitía visualizar desde ahí, un hermoso jardín con buganvilias que pendían de sus muros blancos; un jardín que traía al recuerdo los de las mansiones italianas.
Un antiguo colaborador suyo en el Ministerio de Fomento cuenta que Enrique Bianchi era alto, delgado y sobrio. Trataba a todos por igual, con cariño y respeto. Unos meses antes de su muerte, se desprendió un ladrillo del antiguo edificio del Ministerio en el Parque de la Exposición (ex Ministerio de Transportes y Comunicaciones); fue a caer justo en el lugar donde estaba apoyado Bianchi leyendo unos documentos. Las huellas de lo sucedido se podían ver junto a su escritorio vacío. Se libró de la muerte en esos momentos pero ésta le llegó a los pocos meses, cogiendo a todos de sorpresa.
Enrique Bianchi mantuvo una estrecha, sincera y sólida amistad con mi abuelo, juntos, realizaron el proyecto del Club Nacional ubicado en la Plaza San Martín, iniciado en el año 1925 e inaugurado el sábado 19 de octubre de 1929. Sin embargo, el arquitecto Bianchi no pudo estar presente en la ceremonia pues había fallecido un año antes.

Fuentes:
- Revista El Arquitecto Peruano 1955
- Revista Perú Construye
- 100 años formando arquitectos en el Perú, Universidad Nacional de Ingeniería 
- La Medicina Legal en el Perú - Revista de Investigación de la UNMSM



No hay comentarios.:

Publicar un comentario