domingo, 19 de marzo de 2017

EL DIARIO LA CRÓNICA

El 7 de abril de 1912, Manuel Moral y Vega funda el nuevo diario La Cronica, un diario de ideología liberal, en muchos aspectos nuevo para Lima, con un pequeño formato tipo "tabloide" de dieciséis páginas y abundante cantidad de ilustraciones nunca antes vista y más ágil en sus comentarios. La Crónica nació y creció con vocación popular pero no populachera. Su material era de una lectura muy variada, aunque pasados los años fueron famosas sus crónicas policiales y de espectáculos, que se comentaban en los mercados y las fábricas. Su primer local estuvo en la calle Mercaderes N° 482 y en la época de oro - en 1950 -, se mudaron a un edificio en la Av. Tacna.
Hasta el año 1929, La Crónica fue dirigida por Clemente Palma; el Jefe de Redacción del nuevo periódico y también de la revista Variedades e Ilustración Peruana fue, durante muchos años, José Gálvez Barrenechea. Gálvez narraba las dificultades que era imprimir inicialmente las dieciséis páginas de La Crónica pues la maquinaria solo permitía hacer ocho a la vez, por lo cual eran preparados desde la víspera la portada, las crónicas literarias y el folletín. Su maquinaria la modernizó en 1913 y en 1917 instaló su primera rotativa.
Entre sus redactores figuraron Ignacio Brandariz, que fue también fundador del diario; Ricardo Vegas Garcia, Maria Wiesse, Ricardo Walter Stubbs, Carlos Gamarra y Leonidas Yerovi y como sus dibujantes, Julio Málaga Grenet, Pedro Challe y José Alcántara Latorre. 

En las décadas de 1930 y 1940

Llegó el año 1929 y con él la crisis mundial o, La Gran Depresión, los efectos se empezaron a sentir, se produjo un cambio en la dirección del diario, esta fue asumida por Pedro Dulanto y Presidente del Directorio, Manuel Cisneros Sánchez.
Hasta 1930 La Crónica apoyó al Presidente Augusto B. Leguía y cuando acabó el Oncenio sufrió las represalias de parte del nuevo gobierno, sin embargo, sus lectores en su gran mayoría, le siguió siendo fiel. Luego el diario fue adquirido por el millonario y filántropo, Rafael Larco Herrera - quien fue Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Hacienda y Comercio - en la Junta de Gobierno presidida por David Samanez Ocampo en 1931, quien lo puso a disposición del candidato Manuel Prado Ugarteche del Partido Concertación Nacional, a las elecciones de 1939 para su campaña presidencial bajo la condición de acompañarlo como su Primer Vicepresidente. Ganaron las elecciones de 1939 pero la relación entre ambos se hizo dificultosa, como consecuencia de esto Larco Herrera se vio obligado a vender el diario a la familia Prado, propietarios del Banco Popular del Perú, por haber acumulado muchas deudas con este banco. Se formó entonces un consorcio cuyo directorio fue presidido por Manuel Cisneros Sánchez.

Es asi, que La Crónica pasó a ser controlado por la familia Prado, llamado en ese entonces, el "Imperio Prado" a través del Banco Popular, que era liderado por Mariano Ignacio Prado Heudebert y desde 1960 por su hijo Mariano Prado Sosa ("Marianito"). Sin embargo, pese al cambio en la dirección del periódico, este mantuvo una información ágil y estuvo orientado también a la información deportiva y en campañas de interés nacional.

En las décadas de 1950 y 1960

A mediados de los años cincuenta, la edición de la tarde se desdobló en La Segunda que salia a las once de la mañana y era dirigido hacia las provincias; y La Tercera - que inició a circular a partir del 9 de diciembre de 1953 -, era la seccion deportiva, dirigida en ese entonces por Alfonso "Pocho" Rospigliosi.
La Crónica era muy popular por su sección de crónicas policiales, o "cronica roja" que logró obtener los primeros lugares de preferencia, pero nunca llegó a tener los niveles de calidad y credibilidad de los dos diarios más importantes, El Comercio y La Prensa.

En la década  de 1970 con la Dictadura Militar

En junio de 1970, Juan Velasco Alvarado, nacionalizó el Banco Popular del Perú y, a la vez, se apropió de las acciones de La Crónica. Mariano Prado y su hijo Marianito fueron enjuiciados; al primero se le acusó de un presunto delito de defraudación llegando a ser detenido en el Hospital de Policía; Marianito viajó a España, pero a pesar de esto, se le condenó estando ausente. Una vez que el diario La Crónica (junto a La Tercera) fue expropiado, pasó a ser controlado por Editora Perú, junto con diario oficial El Peruano. La Dictadura de Velasco Alvarado también expropió otros diarios, pero en forma distinta.
El diario continuó su estilo de dar las noticias pero, a raiz de la expropiación, se convirtió en vocero del gobierno militar. 

Años más tarde, el periodista Guillermo Thorndike, asumió la dirección del diario (1974 - 1975), pasó a llamarse La Nueva Crónica, que contó con dos suplementos: Variedades y Mundial. También sacó una edición en quechua, que circuló por seis meses.

El fin de La Crónica

En 1980 se produjo el retorno a la democracia con el gobierno de Fernando Belaunde Terry. A pesar de esto, La Crónica siguió estando bajo el control estatal, convirtiéndose en una carga para las arcas fiscales. Entre los años 1980 y 1984, la direccion del diario estaba a cargo de Augusto Tamayo Vargas, bajo su dirección fue agregada una sección llamada "Crónica Cultural" donde se podia encontrar noticias referentes al arte, la literatura y las ciencias sociales. Entre los años 1985 y 1990 el diario cambió de dirección cuatro veces. Al llegar al poder Alberto Fujimori, dispuso el recorte del subsidio que mantenía en funcionamiento al diario. El 22 de diciembre de 1990 se produjo el cierre definitivo del diario.


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