Foción Mariátegui Ausejo (1885-1961) fue durante el Oncenio de Leguía el Presidente de la Cámara de Diputados por dos períodos, de 1923 a 1925 y de 1928 a 1930. Como diputado, perteneciente al Partido Democrático-Reformista, representó a la provincia de Tahuamanu, del recién creado departamento de Madre de Dios, e integró la Asamblea Nacional del Congreso Constituyente que dio la Constitución de 1920. Su carrera política fue rápida y brillante. Su espíritu conciliador hizo que ganara muchas simpatías tanto entre los partidarios del Gobierno como de los opositores; amigo y confidente del Presidente Leguía. Al igual que Leguía, era muy aficionado a la hípica pues en 1911, al desaparecer el stud "Alianza" -de propiedad del presidente- fue reemplazado en 1919 por el stud "Oasis", la representación y preparación estuvo a cargo del propio Foción Mariátegui, Basadre cuenta que corrieron buenos caballos nacionales, el más famoso fue "Febo".
Foción Mariátegui era alto, delgado, de trato suave y caballeroso, frente amplia y mirada profunda; su caminar era lento y sus ademanes mesurados. Un hombre que renunció al personalismo para dedicarse totalmente a los intereses nacionales.
Era pariente de la señora Julia Swayne Mariátegui (1868-1919), la primera esposa del presidente Leguía; pariente también - en segundo grado - de José Carlos Mariátegui. Precisamente su acercamiento a este último se debió a que por la década de 1910, José Carlos - a quien Foción Mariátegui lo consideraba como un joven altanero y presuntuoso - era co-director del semanario "El Turf". Foción Mariátegui ejercía mucha influencia sobre las decisiones del presidente Leguía, tan es así, que intercedió ante él para nombrar a José Carlos Mariátegui como agente propagandista del Gobierno en Europa, es desde allí donde escribe bajo el seudónimo de "Juan Croniqueur".
El 3 de noviembre de 1926, Foción Mariátegui suscribió un proyecto de reforma constitucional para permitir la reelección indefinida del Presidente de la República y derogar así la ley del 18 de setiembre de 1923 que la había autorizado sólo por una vez. En esa oportunidad Mariátegui afirmó "que era preciso un hombre extraordinario; los gobernantes mediocres o repudiados no podían permanecer en el poder". El proyecto fue aprobado por unanimidad en las Cámaras de Diputados y de Senadores y ratificado en la siguiente Legislatura el 8 de noviembre de 1923. El texto era el siguiente: "El Presidente durará en su cargo cinco años y podrá ser reelecto". El 4 y el 5 de agosto de 1929 se efectuaron las elecciones para el nuevo período presidencial que debía prolongarse hasta 1934. Leguía se presentó como único candidato para su segunda reelección, es decir, para su tercer mandato consecutivo obteniendo una abrumadora mayoría.
LA REVOLUCIÓN DE AREQUIPA
En marzo de 1930 se produjo el ascenso del Mayor Luis Miguel Sánchez Cerro al grado de comandante. Basadre menciona que si las memorias de Leguía "yo tirano, yo ladrón", son ciertas, él vaciló antes de firmar la resolución, pero tanto Foción Mariátegui como el Coronel Manuel María Ponce Brousset y hasta el propio Luis Miguel Sánchez Cerro, pese a que este último había tenido dos aventuras revolucionarias, le dieron toda clase de seguridades. Una vez que lo ascendieron Sánchez Cerro viajó a Arequipa a ocupar un cargo que le habían asignado. Al poco tiempo viajó a la misma ciudad Foción Mariátegui con el pretexto de tomar unos baños termales. Estando allá mantuvo unas reuniones de carácter sedicioso con su protegido - Sánchez Cerro -, con otros militares y con varios civiles. Recibió Leguía un telegrama, en él se le informaba sobre lo que ocurría; pero se negó a creerlo. Leguía no lo creía porque había recibido un telegrama del propio Mariátegui -el personaje sospechoso- en que lo adulaba.
"Después de esos sucesos volvió Mariátegui a Lima y, como de costumbre, su primera visita fue para mí. Cuando lo tuve frente a frente, inquirí en su mirada, en sus actos y en sus movimientos el vestigio de lo pasado, quise arrancarle un rayo de luz que aclarara su auténtica condición de traidor o servidor sincero y noble. Pero, para decir verdad, nada adiviné, tal era la confianza que me inspiraba por su doble rol de pariente y amigo".
Una versión del presidente Leguía afirma que, según los empleados de la embajada de Chile, donde se asiló Foción Mariátegui en agosto de 1930, éste seguidamente preguntaba si le habían llamado de Palacio pues debía presidir la Junta de Gobierno; agrega también que Foción no fue "tan cruelmente perseguido y ultrajado" como los demás leguiístas y que se le permitió en un breve plazo abandonar el asilo y regresar al país con todas las garantías. Pruebas fehacientes de la traición no las hay, pero la mayoría de los leguiístas lo acusa. Después de la caída de Leguía, Foción Mariátegui se retiró de la política. Murió en Lima en 1961.
Bibliografía:
- Historia de la República del Perú de Jorge Basadre
- Revista Mundial de 1929
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