La historiadora Maria Delfina Álvarez Calderón cuenta que la vía al borde de la costa limeña fue concebida por el presidente Augusto B. Leguía. La idea era unir La Punta con Chorrillos y La Herradura, como parte de la modernización y crecimiento de la ciudad de Lima hacia el sur. La intención era que la ciudad mirara hacia el mar, aprovechando de ser una de las pocas capitales del mundo que se encuentran en la costa. Esta carretera costanera era muy linda, pues a lo largo de esta vía que se iniciaba en Chucuito a nivel del mar, luego iba ascendiendo hacia la parte alta de los acantilados antes de llegar a la Mar Brava y La Perla ahí, Leguía construyó una casa de estilo europeo para que los presidentes puedan veranear y así fue, varios mandatarios hicieron uso de la residencia hasta mediados del siglo XX. La vía tenía un malecón lateral con barandas de balaustres de madera y grandes postes de luz, que les permitía a los transeúntes e incluso a los visitantes de otros distritos, poder mirar toda la bahía. Se construyó una pista asfaltada que permitía a los vehículos trasladarse con velocidad y sin el impedimento de cruces que obligara a detenerse.
El 28 de octubre de 1928, conmemorando el Día del Camino, se inauguró la primera parte de la avenida Costanera desde Bellavista hasta San Miguel la vía conectaba con la avenida Del Ejército para luego seguir hasta Chorrillos y la playa de La Herradura. El presidente Leguía la llamó cartera "Patria Nueva", la bendición estuvo a cargo del Arzobispo de Lima Enrique Martinelli.
Posteriormente, Leguía logró hacer gestiones con diversos propietarios de inmuebles costeños en los distritos de Miraflores, Barranco y Chorrillos. A la caída del régimen del presidente Leguía las obras se paralizaron, el proyecto de construir una carretera hacia el sur, hasta Chile quedó detenida. Con el paso del tiempo y el descuido de algunos alcaldes y presidentes, además del fuerte oleaje que hay en la Mar Brava entre La Punta y La Perla, terminó deteriorando la obra, convirtiéndose en una zona de maleantes que asaltaban a quienes se atrevían a pasar por esos parajes.
A partir de 1950, el arquitecto Ernesto Aramburú Menchaca, inspector de Obras Públicas de las municipalidades de Pueblo Libre, Miraflores y Lima y, más tarde alcalde de Miraflores, impulsó el circuito y uso de las playas de la costa con la idea de mejorar e incluso arborizar el entorno, para lo que formó un vivero de plantas en la zona, de ahí nace el nombre de Costa Verde. Aramburú lo que quería era utilizar el espacio entre los acantilados y el mar para disfrutar el paisaje de la costa y sus playas que mejoró con la construcción de algunos espigones. Más adelante, Eduardo "Chachi" Dibós Chappuis efectuó una carrera de autos que se llamó "El circuito Chachi Dibós".
Bibliografía:
María Delfina Álvarez Calderón, Historiadora
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